martes, 11 de abril de 2017

LA TERAPIA DE SANACIÓN ENERGÉTICA O SINERGIA






¿Qué es un Sanador Espiritual?

Un sanador espiritual es un canal que permite que nuestros guías espirituales o maestros de la sanación trabajen utilizando nuestro campo energético, para trasladar a través de él diferentes energías de luz; energías que poseen un alto nivel de vibración que sirven para equilibrar y sanar los cuerpos emocional, mental y físicos de todas las personas que deseen y les corresponda ser receptores de esas energías.

Los sanadores espirituales sólo son los canalizadores de esa energía universal y saben que ellos no son los que sanan, saben que el que sana es Dios o seres de niveles Superiores. El sanador es sólo un facilitador de esa energía divina y nuestra labor es llevarla con humildad, con honestidad y con mucho amor hacia las personas que la necesitan.

Un encuentro con un sanador espiritual realmente comprometido con su misión puede resultar una experiencia de un valor incalculable, ya que estimula a la persona no sólo a mejorar su calidad de vida sino que también la hace participar activamente en el proceso de su curación.



Proceso que se lleva a cabo sólo entre el paciente y Dios y donde el sanador es solamente un testigo del resultado. Muy frecuentemente, esta experiencia hace cambiar la actitud del enfermo frente a su existencia, debido a que suele adquirir una fortaleza interior que de otra forma no la hubiera alcanzado.


¿Qué es la Sanación  Energética?

Según la escuela Foundation For Spiritual Freedom de Berkeley con sede en Barcelona, la terapia de “Sinergia” es una terapia de sanación energética espiritual que fusiona tres conceptos diferentes: la quelación (“Manos que curan”, de Barbara Ann Brenan), el sistema Cuerpo-Espejo (de Sir Martin Brofman) y la sanación angélica.

Todas las afecciones físicas y emocionales tienen una correlación con nuestros cuerpos energéticos. Por eso, la sanación energética es un complemento ideal para cualquier tratamiento, reforzando y armonizando nuestro Ser de forma integral.

Ya que la enfermedad es un correctivo o herramienta de nuestra alma que nos ayuda a encontrar errores, a impedir daños y equivocaciones mayores y a llevarnos nuevamente al camino de la Verdad y de la Luz, mantener un aura sana es tener asegurada la Salud Perfecta.

A través de la imposición de manos, se puede aplicar diferentes técnicas de sanación energética para armonizar el Ser en todos sus niveles, desbloquear patrones negativos (miedos, emociones atrapadas), transmutar energías negativas (enojos, frustraciones, etc. Al realizar estas tareas en la sanación permites que la energía fluya con más facilidad y de este modo los cuerpos (físico, emocional, mental y espiritual) sanan más rápidamente por sí mismos.

Cada día, con cada evento que experimentamos, reflejamos en nuestra aura nuestro estado de ánimo, nuestro malestar emocional. Para evitar que esto crezca y cause daños en nuestro cuerpo físico, es recomendable mantener limpia nuestra aura. Así como cuidamos de nuestra higiene personal, debemos cuidar de nuestra higiene emocional.

La imposición de manos consiste principalmente en la “quelación”: cargar y despejar el aura del paciente. El término «quelar», derivado de la voz griega chele, o «garra», significa arañar. La reverenda Rosalyn Bruyere, fundadora de esta técnica desarrollada por ella misma, adoptó dicho término para indicar, sencillamente, la limpieza del campo del paciente mediante la separación de los residuos incrustados en el aura. La quelación, además, llena el aura de energía, como si se hinchara un globo, y por lo general la equilibra. Esto se logra haciendo correr la energía por el cuerpo de manera gradual, empezando por los pies. Lo mejor es hacer que discurra de forma natural; con ello se fomenta el equilibrio y la salud de todo el sistema. En consecuencia, la energía atraviesa el cuerpo en sentido ascendente desde los pies, ya que normalmente se obtiene a partir de la tierra por medio del primer chakra y de los dos chakras de las plantas de los pies. Estas energías terrestres son necesarias en todo momento para curar el cuerpo físico, puesto que son las que presentan las vibraciones físicas más bajas. De este modo es posible verter energía con absoluta naturalidad al agotado sistema. El cuerpo energético la absorbe y la transporta adonde sea necesaria.

El sistema Cuerpo-Espejo en el que está basada la metodología de la imposición de manos es una síntesis entre la psicología occidental y la filosofía oriental, con un método basado en los chakras. Nuestro cuerpo físico es el espejo de nuestra vida. Las partes del cuerpo que no funcionan bien reflejan las partes de nuestra vida que no funcionan de manera óptima. La tensión en cierta parte de nuestro cuerpo refleja tensión en un aspecto específico de la conciencia relacionado con aspectos concretos de nuestra vida. Cuando la tensión relacionada con tal aspecto de nuestra vida es eliminada en la conciencia, también desaparece la tensión en la parte del cuerpo físico. Nuestro  cuerpo y nuestra conciencia, al igual que nuestra vida, puede volver a su estado natural de armonía. Podemos volver a la manera de ser que funciona mejor para nosotros.

El sistema Cuerpo-Espejo es un conjunto de técnicas eficaces que podemos utilizar para examinar la relación entre el cuerpo, la conciencia y nuestra vida con el objetivo de armonizarlos, si están desequilibrados, mediante la sanación energética.

La esencia de nuestro Ser es conciencia. La conciencia es energía. Eres un ser de energía. La energía fluye a través de nuestro ser. La energía fluye a través del ser y es dirigida mediante las ideas, los sentimientos y los deseos. Cuando reaccionamos con tensión a lo que sucede a nuestro alrededor, bloqueamos el flujo de energía y la consecuencia puede ser una enfermedad, un accidente u otros síntomas de malestar.

A través de la imposición de manos e invocaciones se trabaja con la sutil energía de los Arcángeles, convirtiéndonos así en sanadores espirituales.

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