miércoles, 14 de junio de 2017

LAS PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES Y EL MUNDO LABORAL



La Persona Altamente Sensible (PAS) siente muy a menudo el entorno laboral como un escenario hostil y complejo. La competitividad, la rigidez estructural, las críticas, los sonidos y las conversaciones forzadas agotan por completo su mente y su energía. Pocas veces llegan a apreciarse sus excepcionales capacidades.

Daniel H. Pink es un experto en el campo de la motivación laboral y autor de varios libros de éxito sobre el mundo de la psicología aplicado al negocio. Según él, el futuro le pertenece al “hemisferio derecho”. Hemos llegado a un punto donde la sistematización, la computación y lo automatizado se está transformando para dar paso a nuevas competencias conocidas como de “alto concepto”. Es ahí donde se integra la intuición, la creatividad y la empatía.

“No despreciéis la sensibilidad de nadie. La sensibilidad de cada cual es su auténtico genio”

-Charles Baudelaire-



Ahora bien, sabemos que a día de hoy estos nuevos ámbitos laborales no se aprecian, no se ven y no se encuentran con facilidad. La persona altamente sensible (PAS) está abocada muchas veces a integrarse en un contexto muy estructurado y nada facilitador donde es incapaz de “florecer” profesionalmente. 

De ahí, que queden agotados física y emocionalmente en su esfuerzo contínuo por encajar en un contexto poco facilitador y hasta reactivo a sus esencias, a su personalidad. Una realidad delicada de la que queremos hablarte a continuación.


La Persona Altamente Sensible (PAS) y sus problemas en el mundo laboral

La doctora Elaine Aron, experta en el tema de la alta sensibilidad, nos indica que en realidad, son muy pocos los PAS que se sienten realmente bien en su trabajo. De hecho, en muchos contextos laborales se ve la sensibilidad como una dimensión pasiva y poco útil para la organización.

Por otro lado, sabemos que toda persona, sea PAS o no, necesita sentirse valorada y respetada en el trabajo para ser productiva, para dar lo mejor de sí. Sin embargo, la alta sensibilidad necesita algo más que todo esto. Necesita un “hábitat” propio donde poder germinar, donde poder sentirse emocional y psíquicamente bien. Necesita sintonizar su corazón con un contexto.


Principales problemas de los entornos de trabajo actuales para la alta sensibilidad

La persona altamente sensible es como un “radar”. Cualquier alteración, desavenencia o disfunción en el clima de trabajo será percibida por la persona PAS en primer lugar. Estas situaciones las someten a un estado de ansiedad permanente.

Un entorno laboral con exceso de sonidos, luces o donde la interacción personal sea continua supone una sobreexitación a su sistema neuronal. Se sentirán agotados en pocas horas.

Otro aspecto singular es que la alta sensibilidad es capaz de anticipar cualquier necesidad que surge en su entorno laboral. Algo así provoca que la persona llegue a asumir responsabilidades ajenas. Ahora bien, no lo hace por la simple necesidad de complacer a los demás, sino porque entiende que debe hacerse. Algo que a largo plazo, incrementa aún más su sobrecarga.

A su vez, el departamento de Recursos Humanos no siempre cuida del clima laboral ni es receptivo a este tipo sutilezas que envuelve a la persona altamente sensible. Además, lo más común es que se tengan ideas equivocadas sobre este tipo de personalidad. A saber: que son vulnerables, sin capacidad de logro o aún menos, de liderazgo.Algo completamente erróneo que pasamos ahora aclarar.

El futuro de las organizaciones inteligentes y la alta sensibilidad

Lo indicábamos al inicio. El modelo actual de las grandes empresas y organizaciones está cambiando. Se necesita de un capital humano más intuitivo, creativo y sensible al entorno para anticipar qué es lo que necesita la sociedad. Ese supuesto sesgo cultural hacia las personas altamente sensibles como un sector “pasivo”, está empezando a cambiar.

La alta sensibilidad es una herramienta valiosa para percibir y anticipar nuevos mercados. Son personas capaces de empatizar mucho más con el cliente para saber qué necesita.

Las empresas del futuro buscan gestionar mejor la diversidad de su personal. Los entornos de trabajo no aspiran ya a tener un ejército de “profesionales semejantes”. Ahora, necesitan personas capaces de aportar un capital humano único y excepcional. Ahí donde la creatividad y la intuición son dos estrategias muy poderosas.

Las personas altamente sensibles integran también esa aptitud conocida como de “alto concepto” que hemos señalado al inicio. Se trata de una dimensión que caracteriza a su vez a los buenos líderes. Porque para sorpresa de muchos, los PAS disponen de un perfil ideal para ello: son visionarios, intuitivos y muy capaces de ver en perspectiva, nunca de forma atómica, sesgada o reduccionista.

Son reflexivos y crean un buen clima social  A su vez, son vigilantes, buscan la excelencia en todo lo que hacen y propician ese espíritu consciente e innovador que sin duda, será la llave del futuro en muchas organizaciones. Solo hace falta creer lo bastante en uno mismo para que tarde o temprano, el mundo descubra todo lo que puede ofrecer esa mirada que entiende la vida desde el corazón y a través del hemisferio derecho.


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